Porto Velho, Róndonia, Brazil

De todas las locuras inconscientes que hice en mi vida, ésta es la más osada. La mejor.

Solo, en un país gigante (ou máis grande do mundo!) y sin saber falar el idioma...

Como siempre, Dios me tiene de hijo preferido, y en esta ocasión me envió a una casa de familia de clase media-baja como primer destino para empezar la aventura...

Los padres están de viaje, de modo que la persona más grande con la cual me relaciono tiene 14 anhos de edad (y más fuerza en los brazos que yo)... también están los abuelos, pero son muy silenciosos y todavía no les dirijo la palabra...

Velozmente, los niños me estás enseñando el idioma, y de a poco voy saliendo a la calle solito...

Compré lápiz y papel y me la paso día y noche dibujando... este sábado será mi primera presentación en público, en la plaza del barrio. Expondré mis obras y dibujaré en el momento para la gente. Los ninos también trabajan: hacen y venden muñecos de globo, arte aprendido de su padre.

Deseennos suerte!

Una vez que me sienta un poco más seguro con el idioma, seguiré viaje rumbo a la playa, probablemente a Rio, para visitar a Rubén, músico que conocí en Bolivia.